Con la vuelta al cole, es muy frecuente que los y las más peques de casa cojan piojos.
Es algo muy común, de hecho la infestación por piojos constituye la enfermedad más frecuente en niños y niñas después del resfriado común, pero no por ello deja de ser preocupante por su facilidad de contagio.

Aunque no trasmiten enfermedades ni constituyen un riesgo para la salud, son muy molestos y suponen una inversión de tiempo, dinero y estrés. En lo últimos años se ha observado un aumento en los casos, sobre todo en niños y niñas en edad escolar, y por ello, es muy importante revisar la cabeza de los niños y niñas frecuentemente para detectarlos y tomar las medidas oportunas.

El contagio de piojos es altamente sencillo: es suficiente estar muy cerca de una persona que los tenga, compartir la ropa de cama, sombreros, peines, cepillos, gomas del pelo, toallas, etc.

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El primer síntoma es un constante e intenso picor. Si observas que el niño o la niña se rasca la cabeza muy a menudo, es momento de estar alerta. También podemos observar protuberancias pequeñas y rojas en el cuero cabelludo, el cuello y los hombros, pequeñas motitas blancas (huevos o liendres) arraigadas en la raíz del cabello y difíciles de separar, irritabilidad y dificultad para dormir (los piojos son más activos en la oscuridad) y, en casos más extremos, pequeñas erupciones y heridas en el cuero cabelludo (por rascarse excesivamente) e infección. Se debe mirar detrás de las orejas, en la zona de la nuca y en la raíz del pelo, ya que son los lugares preferidos de estos bichitos para alojarse.

A pesar de su alto grado de contagio, es posible su prevención siguiendo unos sencillos consejos:

  1. Revisar frecuentemente la cabeza de los niños y las niñas.
  2. El profesorado debe avisar a la familia para que se tomen las medidas oportunas de tratamiento. Es preferible que el niño o niña permanezca en su casa hasta que se finalice el tratamiento y los piojos hayan desaparecido del todo.
  3. Es importante cepillar el pelo diariamente. Es mejor hacerlo con un peine de púas finas y muy juntas.
  4. Evitar compartir cepillos, horquillas, gorros, gomas del pelo, etc.
  5. Mantener una buena higiene de los peines y cepillos.
  6. Aplicar colonias o lociones con aceites esenciales de lavanda, geranio o romero.


Éradication des poux et lentes sur les enfants

El tratamiento frecuente para acabar con los piojos se basa en aplicar un producto pediculicida y continuar peinando con periodicidad. Además, existen distintos productos en el mercado con diferente grado de efectividad. Debemos consultarlo con el/la pediatra y/o el farmacéutico/a para que nos orienten sobre el producto más adecuado.

Una de las dificultades del tratamiento de los piojos es su alta resistencia. Por ello, es importante que sigas las instrucciones de aplicación al pie de la letra. Además, la mayoría de los tratamientos necesitan repetirse tras unos días.

Algunos remedios naturales y consejos para prevenir y elminar los piojos:

  • A pesar de que los piojos no sobreviven más de 24 horas fuera del humano, es recomendable que aquellos objetos que han estado en contacto con el pelo se sumerjan en agua hirviendo y en alcohol.
  • La ropa, así como las sábanas, las toallas etc. se deben lavar a temperatura muy alta (superior a 60º) o guardarla herméticamente en una bolsa o plástico durante dos semanas.
  • Una solución de vinagre y agua a partes iguales durante unas horas deshace la sustancia adhesiva que los une al cabello y favorece que el peinado las elimine.
  • Un gorro de plástico de un sólo uso colabora en la eliminación del parásito y acorta la duración del tratamiento.
  • Si tu niño o niña tiene piojos, es importantísimo que todos los miembros de la casa revisen la existencia de piojos, debido a su alta facilidad de contagio.
  • El aceite de coco ayuda a desprender las liendres pero siempre se debe peinar el pelo tras su aplicación.
  • Hervir hojas de eucalipto y zumo de limón, esperar a que temple, aplicarlo al cabello y poner un gorro desechable. Dejar que actúe unos minutos.
  • Nunca aplicar insecticidas o amoniaco, ya que resultan altamente tóxicos.