dormir-300x201Como todo lo bueno, las vacaciones también llegan a su fin. Atrás quedan los largos días de sol, playa, paseos por el monte, excursiones y divertidas fiestas.
Estamos ya en Septiembre, mes que para muchos y muchas significa la vuelta a la rutina, a las responsabilidades y a los quehaceres diarios, es decir, al trabajo y a la escuela. Despúes de este tiempo de descanso y diversión, este periodo sin horarios ni obligaciones, ahora hay que enfrentarse a unos horarios establecidos y unas tareas diarias.

La incapacidad de adaptarse a esta nueva situación tras la finalización de las vacaciones, lleva consigo una serie de síntomas conocidos como síndrome postvacacional.
Esto no es algo que afecte únicamente a la población adulta, es algo que también se puede dar en la infancia y en la adolescencia ante la vuelta al colegio.

Es una época en la que habrá que hacer muchos ajustes importantes:

  • El mayor esfuerzo, seguramente, será volver a regular las horas de sueño.
  • Hay que adaptarse también a un nuevo espacio: de un espacio familiar controlado, se pasa a un espacio escolar compartido con otros niños y niñas y otras personas adultas, muy organizado y estructurado, regulado por normas externas no controladas.
  • Volver a experimentar y vivir las actividades escolares y las relaciones sociales típicas de un centro educativo.

Los principales síntomas que se aprecian en escolares, pueden ser de origen psíquico (falta de motivación, apatía, tristeza, falta de concentración, irritabilidad) y físico (dolores de cabeza, dolores de tripa, nauseas, etc).
La dificultad de regresar a unos horarios regulados se manifiesta de forma muy distinta en niños y niñas pequeñas de educación infantil o en adolescentes de la ESO. Los y las más pequeñas, quizás se manifestarán de un modo más evidente -en forma de llantos o quejas- que los y las adolescentes, pero esto no significa que estos y estas no deban realizar ningún esfuerzo.

Para los y las más pequeñas, o los y las que se enfrentan por primera vez al colegio, el principal problema será la separación de sus padres y madres; para los y las adolescentes, la sensación de enfrentarse a un nuevo curso que presenta dificultades mayores que el anterior, incluso encontrarse con nuevo profesorado, y en algunos casos, el dejar de verse diariamente con amigos y amigas inseparables que no asisten al mismo centro educativo.

Según los médicos, no hay que preocuparse en exceso, ya que no nos encontramos ante una enfermedad y los síntomas suelen desaparecer aproximadamente en unas dos semanas. Si persistieran, entonces sería conveniente acudir al especialista, ya que podrían deberse a otros motivos.

Hay algunas pautas que podemos seguir para ayudarles a comenzar el colegio con menos dificultades y deben llevarse a cabo al menos una semana, o semana y media antes del comienzo del curso:

 En primer lugar, es muy importante que empiecen a adaptarse a los horarios escolares, por lo que adelantaremos la hora de la cena, del baño y la de irse a dormir, cosa que en verano solemos hacer más tarde.

 De igual forma, la hora de levantarse también debe ir adaptándose progresivamente a la que tendrán en época de colegio.

 Estableceremos un horario en el que, de forma diaria, realicen algunas actividades de repaso del curso anterior, con lo que se irán acostumbrando a la rutina de realizar tareas.

 Las prisas no son buenas, por lo que debemos preparar el material escolar (libros, mochila, estuche, etc.) con tiempo suficiente. Una forma de ilusionarles es que participen en la elección de estos materiales, que elijan una mochila que les guste, sus lápices, que ayuden a preparar todo el material, etc.

 Ante sus quejas para incorporarse al colegio, debemos tener una actitud comprensiva, ya que a nadie nos gusta que se terminen las vacaciones. Les daremos ánimos y les haremos ver la parte positiva de la vuelta al colegio: el reencuentro con amigos y amigas, nuevas cosas que aprender, un paso más para finalizar una etapa en sus estudios….

 Hacer que se levanten a una buena hora para ir sin prisas al colegio y que tomen un buen desayuno que les hará afrontar el día con mucha más energía y buena disposición.