El consumo de alcohol por parte de la adolescencia y la juventud va aumentando, tanto en la cantidad de alcohol que consumen como en la graduación de las bebidas que ingieren.

Esta realidad se ve reflejada en diferentes estudios estadísticos, como por ejemplo Euskadi y Drogas 2012, y también en la percepción que tenemos desde el trabajo que realizamos desde la Fundación Etorkintza.

Este fenómeno provoca cada vez mayor preocupación entre los padres y madres con hijos e hijas adolescentes, y por lo tanto, la demanda de información sobre las pautas de consumo de la juventud va en aumento.

Tener información sobre las características de los patrones de consumo de alcohol entre los y las jóvenes –características diferentes a las de los patrones de consumo de la población adulta- puede ayudarnos a hablar sobre este tema con ellos y ellas.

Conociendo los efectos y riesgos que conllevan este tipo de consumos, podemos ayudar a contrarrestar los mensajes erróneos o mitos que los y las jóvenes se transmiten entre sí.

Los y las adolescentes que aprenden sobre los efectos y riesgos del consumo de alcohol de sus padres y madres, tienen menos probabilidades de asumir riesgos y sufrir problemas asociados con ello: borracheras, comas etílicos, accidentes de tráfico, prácticas sexuales de riesgo, peleas, etc.