César Bona es considerado el mejor maestro del estado por dar a conocer sus proyectos educativos en el aula y ser seleccionado como uno de los 50 mejores maestros del mundo, según el Global Teacher Prize, conocido como Premio Nobel del profesorado.

Es un profesor entusiasta que disfruta de los retos, que adora a los niños y niñas y que, en lugar de teorizar sin fin sobre lo que debería hacerse, se ha lanzado a hacerlo.

Su método consiste en implicar a todos y a todas y, fomentando el respeto, la empatía y el esfuerzo, dejar que el alumnado (y él mismo) suelte su imaginación. Casi no usa el libro de texto.



Cree que el profesorado debe educar para la vida, además de para el trabajo, y que no deben enseñarles a ser mejores que sus compañeros, sino a ser mejores de lo que eran antes.

Como explica en su libro La nueva educación. Los retos y desafíos de un maestro de hoy, combatió el absentismo escolar haciendo que el alumnado de una clase le enseñara a tocar el cajón flamenco y fomentó la cohesión en una aula montando una película de cine mudo en la que los personajes protagonistas eran dos alumnos que no se hablaban.

En sus proyectos ha conseguido llevar a cabo todo aquello que muchos y muchas han planteado sobre el papel: que niños y niñas analfabetas se sientan interesadas por la lectura, que sus alumnos y alumnas impulsasen una protectora de animales virtual que ha llegado al ámbito internacional (Children for Animals) o que rodasen un cortometraje premiado en un festival de cine de la India.