La comunicación con los hijos e hijas adolescentes puede ser complicada. Los hijos e hijas, cuando llegan a la adolescencia, empiezan a tener grandes cambios de humor, intentan afianzar su personalidad y mostrarla.

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Algunas recomendaciones para comunicarse con adolescentes:

No hay que presionarles para que hablen
Presionar a un hijo o hija adolescente para que hable o te cuente sus cosas sin que tenga intención de hacerlo es totalmente inútil.
Es necesario dejarles claro que podrán hablar contigo siempre que quieran y cuando se sientan preparados y preparadas para hacerlo. Un/a adolescente, aunque a veces no lo parezca, necesita saber que sus padres estarán a su lado siempre que los necesite, sin juzgar y con la intención de ayudarle y guiarle en lo que haga falta en todo momento.
Hay que mostrarles siempre una actitud de escucha, comprensión y apoyo, sin juicios ni reproches.

Hay que dejarles espacio en su vida privada
La vida privada de tu hijo/a adolescente debe ser respetada igual que te gusta que te respeten la tuya. Necesitará su propio espacio personal.
Dejarle espacio en su vida privada abarca muchos aspectos, como no revisarle las conversaciones del WhatsApp, no entrar en su Facebook sin su consentimiento o no registrar sus cajones o su dormitorio.

Hay que confiar en ellos y ellas
La relación con un hijo o hija adolescente se debe centrar en el respeto y en la confianza para lograr que tu hijo o hija te cuente lo que le ocurre y cuente contigo siempre que te necesite.

La confianza y la buena comunicación en casa resultan imprescindibles para que los hijos e hijas adolescentes puedan desarrollarse plenamente y llegar a la vida adulta de forma equilibrada y sin carencias emocionales.
Si no respetas su privacidad, lo más probable es que la comunicación se vea perjudicada.