La juventud conserva falsas creencias sobre las relaciones sexuales. Desterrar los mitos y la mala información sexual es una tarea difícil a medida que las personas crecen y la educación temprana es la única vía para mejorar la situación. Hablar con hijos e hijas y educarles en estos temas es de vital importancia para protegerles y prevenir conductas de riesgo.