Existen ciertos comportamientos incluidos dentro de lo que se entiende por acoso sexual, que chicos y chicas no identifican como tal por el hecho de producirse en contextos de ocio nocturno, y más si hay consumo de drogas de por medio: coger de la cintura u otros tocamientos a una desconocida, insistir en besar a una chica o acorralarla o insultar a una mujer,… .
Las drogas despiertan el sexismo latente, tal como indican el aumento de mujeres agredidas sexualmente mediante el uso de sustancias y la tendencia a situar la responsabilidad de las agresiones sexuales en el consumo previo de sustancias, como si el detonante de la violencia fuera la sustancia, dejando completamente de lado la responsabilidad de los agresores.