Divertirse, la curiosidad, la búsqueda de nuevas sensaciones y «ser como el resto», son algunos de los principales motivos de los y las jóvenes para consumir drogas.

Estas son algunas de las principales conclusiones de la investigación “La percepción social de los problemas de drogas en España, 2014” realizada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).

Maquetación 1El estudio analiza las posturas frente a las drogas –de manera global y en relación con sustancias específicas- de la ciudadanía y aborda cómo ha variado la percepción social de los consumos de drogas entre la población y su postura frente a ellas en las últimas dos décadas gracias a la comparación establecida con los dos estudios previos realizados por la FAD en 1999 y 2004.

La investigación se ha realizado a partir de una encuesta muestral a nivel estatal, domiciliaria, a población general entre 15 y 65 años, y se ha complementado con la realización de dos grupos de discusión.

La población joven de 15 entre 30 años asocia, aún más que la adulta, el consumo de drogas a la diversión, el deseo de sentir nuevas sensaciones y formar parte de una identidad, es decir, un deseo de «ser como los y las demás», según este estudio.

Casi un 60% de los y las menores de 30 años considera que el consumo de drogas tiene que ver con divertirse y pasarlo bien. Según el estudio, entre la población joven parece estar algo más presente la idea del consumo relacionado con aspectos relacionales, expectativas de diversión, integración y ser joven. Sin embargo, entre la población adulta -que también destacan estos aspectos aunque en porcentajes inferiores que los y las jóvenes-, siguen estando también más presentes las motivaciones relativas al afrontamiento o la existencia de problemas, sean de índole laboral o social, con la familia o las amistades, etc.

Los principales motivos que mencionan las personas encuestadas para consumir son la diversión (51%), la curiosidad (40%) y el deseo de sentir nuevas sensaciones (alrededor del 30%).
Los siguientes motivos son el gusto por hacer algo prohibido (19%), por moda (16%), por problemas laborales o sociales (14%) y para ser como el resto (13,5%).

Los hombres señalan más los motivos relacionados con la búsqueda de diversión, sensaciones nuevas, etc., mientras las mujeres se identifican en mayor medida con motivos relativos a la presencia de problemas familiares, sociales o laborales.
También es más frecuente la asociación del consumo con la diversión entre las personas menores de 30 años.
Quienes cuentan con estudios de FP o primarios consideran en mayor medida que las drogas son importantes para soportar problemas personales, pero también para conseguir éxito social, tener muchas amistades o ser moderno/a o feliz.

Respecto a la valoración de las posibles consecuencias negativas del consumo de drogas, para los y las jóvenes, igual que para el resto de la población, la adicción es la principal consecuencia negativa posible, y de hecho destacan esta opción por encima de la población adulta.

Entre las ventajas apuntadas, y en cuyo señalamiento la población joven supera a la adulta en todos los casos, la principal es la diversión y el placer, más entre los 15 y 22 años (36%) que entre los 23 y 30 (33%) pero, en ambos casos, por encima de los y las adultas (22%).

La percepción problemática de los consumos -sean experimentales, de fin de semana, diarios o frecuentes- es menor entre la juventud que entre la población adulta. A pesar de ello, el consumo diario, es el que se percibe como más problemático, y es considerado como fuente necesaria de problemas para el 74% de la población de entre 23 y 30 años, alcanzando el 78% de los y las de 15 a 23 años y el 85% de la población adulta.

En cuanto a resultados generales, más del 60% del total de la muestra, opina que “las drogas son sustancias muy peligrosas que no deben ni probarse” y el 58% que “usar drogas no tiene beneficios de ningún tipo”. Estos datos confirman que, de forma mayoritaria, la sociedad se posiciona en términos absolutos en contra de la presencia social de las drogas y a su uso.
Sin embargo, esta opinión cambia sustancialmente si se pregunta concretamente por el cannabis. Aparece, por primera vez en las investigaciones realizadas por la FAD, una mayoría de personas partidarias de permitir la venta a población adulta del cánnabis (52,1%).

En términos generales, podemos afirmar que la sociedad en 2014 se posiciona en términos de enfrentamiento y oposición a las drogas de forma mucho más decidida que en 2004.