Recreational cannabis use could be legal after the votesUna investigación del Hospital Clínic de Barcelona sugiere que la edad de inicio del consumo de cannabis puede condicionar los cambios estructurales que esta sustancia causa en el cerebro, que son mayores cuando se comienza antes de los 16 años y puede derivar en problemas de conducta en la edad adulta.

«En estos casos el cerebro está todavía en maduración y no ha alcanzado su plenitud de desarrollo», según ha reconocido Santiago Nogué, responsable de Toxicología Clínica de este hospital.

El trabajo, cuyos resultados son todavía preliminares dado que todavía no está cerrado el reclutamiento de pacientes, está liderado por la doctora Rocío Martín Santos y el objetivo es evaluar la repercusión del cannabis en el cerebro de los jóvenes.
Pero en la veintena de sujetos ya analizados han visto, a través de imágenes obtenidas mediante resonancia magnética, que quienes empezaron a consumir antes de los 16 años y continúan haciéndolo a los 21 años presentan mayores cambios en la estructura cerebral, lo que «podría explicar un menor rendimiento escolar y laboral y el déficit de atención y memoria que se suele observar en estos consumidores».

Esta alteración cerebral es mayor cuanto más precoz y en más cantidad se consume, según ha reconocido Nogué, que asegura que reducir el consumo hace que estos cambios estructurales mejoren pero «en muchos casos no llega a normalizarse del todo».

Estos resultados tienen especial importancia, ha alertado Nogué, que recuerda que el cannabis es la droga ilegal más consumida y la edad media de inicio está en torno a los 13 años.

Además, existe la «falsa creencia de que es una droga blanda», ha lamentado este experto. De hecho, una reciente encuesta de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) revelaba como hasta la mitad de la población del estado estaba a favor de legalizar su venta y su consumo entre la población adulta.

«Es importante que los y las jóvenes se consideren como población de riesgo y que el entorno familiar y social tenga toda la información que hay disponible y muestre que su consumo tan precoz no es nada bueno», ha defendido.